LogoTransformacion

El Colegio Nacional cumple ochenta años

Miembros-fundadores-de-El-Colegio-Nacional

T|CDMX|17052023. El día de ayer tuvo lugar el acto solemne de conmemoración de los 80 años de creación de El Colegio Nacional en una ceremonia bien interesante encabezada por el presidente de turno del Colegio, Claudio Lomnitz, el profesor Javier Garciadiego, miembro del mismo y director de la Academia Mexicana de la Historia, Luciano Concheiro, subsecretario de Educación Superior de la SEP, y el neurólogo y también colegiado nacional Pablo Rudomin.

Con un auditorio principal prácticamente lleno, y la presencia de distinguidas personalidades de la vida cultural de México como Silvia Lemus, Vicente Quirarte o el senador de Morena Héctor Vasconcelos, el encuentro estuvo marcado por una atmósfera republicana como sello de identidad de esta institución tan entrañable, fundada en 1943 por 15 mexicanos de excepción que para esos momentos tan importantes de la vida nacional se dieron cita inspirados en el esquema del Colegio de Francia –fundado ni más ni más ni menos que en el siglo XVI–, y animados por un impulso nacional configurado a partir del cruce de varios proyectos previos, principalmente el del Ateneo de la Juventud, la Universidad Popular y la propia Secretaría de Educación Pública que fundara Vasconcelos en 1921, edificando este centro de difusión cultural y la educación pública y gratuita tan sui generis que desde entonces vino a convertirse en el máximo recinto de resguardo, cultivo y propagación de los saberes científicos, filosóficos y humanísticos de la nación. 

En su participación, el profesor Garciadiego hizo un recuento de la historia del Colegio, planteando la centralidad que tuvo la década de los 40 del siglo XX desde la perspectiva de la construcción de las instituciones del México postrevolucionario, que necesariamente tuvieron que irse escalonando en un calendario marcado por las urgencias y la dureza de la política y la revolución misma: primero fueron las instituciones políticas y las educativas (SEP en 1921, PNR en 1929, IPN en 1936), luego las económicas (expropiación petrolera de 1938) y las sociales para que luego pudieran irse creando también las culturales, como fue el caso de El Colegio Nacional fundado por idea original de Antonio Caso, que se hizo acompañar por lo que en esos momentos eran los máximo exponentes de la inteligencia, por decirlo de algún modo: Mariano Azuela, Alfonso Caso, Antonio Caso, Carlos Chávez, Ezequiel A. Chávez, Enrique González Martínez, Isaac Ochoterena, Ezequiel Ordoñez, José Clemente Orozco, Alfonso Reyes, Diego Rivera, Manuel Sandoval Vallarta, Manuel Uribe Troncoso y José Vasconcelos. 

En su página electrónica (www.colnal.mx) se indica lo siguiente en la sección donde se explican los orígenes: 

“El Colegio Nacional fue creado por el gobierno mexicano el 8 de abril de 1943 mediante un decreto del presidente Manuel Ávila Camacho. La idea de su fundación fue del filósofo Antonio Caso como una acción en favor de la cultura y la civilización contra la barbarie de la Segunda Guerra Mundial y fue inspirado, a su vez, en el Collège de France. Su lema es “Libertad por el saber” y su escudo lo conforma un águila en actitud de arrancar el vuelo, símbolo de la libertad del pensamiento, sobre un sol de fuego que representa la luz de la sabiduría.

En el artículo segundo del decreto de creación se establece que el propósito de El Colegio es impartir enseñanzas que representen la sabiduría de la época, esforzándose porque el conocimiento especializado de cada una de las cátedras concurra, fundamentalmente, a fortalecer la conciencia de la nación.”

No está de más reafirmar la idea de la centralidad de esa cuarta década del siglo XX, pues la expropiación petrolera del 38 tuvo una función de detonación de dialécticas fundamentales en el ámbito político, ideológico y educativo nacional: al año de la expropiación, en 1939, se funda el Partido Acción Nacional (que es por tanto el partido anticardenista por excelencia), en 1943 se funda el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, y en el 46 el Instituto Tecnológico de México, posteriormente autónomo, es decir, el ITAM, año en el que también tendría lugar el reajuste ideológico del PRM cardenista, que a instancias de Miguel Alemán hubo de transformarse en el PRI y que hoy, como sabemos bien, está reagrupado junto con el PAN en un mismo bloque histórico.

En buena medida, fue una década clave para comprender el siglo XX mexicano y lo que va del XXI. Es admirable y motivo de orgullo para todos los mexicanos el hecho de que El Colegio Nacional se mantenga firme como testigo ya octogenario de toda esa vida cultural e intelectual en donde está refractada y resumida una pasión política nacional. 

  



Suscríbete A nuestra revista