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La democracia según Lorenzo Córdova y Ciro Murayama

INE

El libro La democracia no se toca comprueba la falta de institucionalidad de los consejeros electorales. 

T|CDMX|29012023. Este domingo 29 de enero se llevó a cabo la presentación de libro La democracia no se toca (en clara alusión a la marcha de El INE no se toca, cuya portada es una fotografía de las marcha del 13 de noviembre del 2022 y el uso de los colores que la representaron), contó con los comentarios de José Woldenberg, Jacqueline Peschard, los propios autores y la moderación de Carmen Aristegui. 

A propósito del evento, Ciro Murayama envió el siguiente mensaje por tuit: “Con @lorenzocordovav decidimos, en pleno auge de autoritarismos, escribir un manual ciudadano de uso y defensa de la democracia”. Así de simple. No deja de llamar la atención que se hayan apropiado de un slogan, el INE no se toca, cuya “creación” no surgió de la nada, sino de una campaña que involucró el uso de recursos económicos empresariales en medios de comunicación y digitales y que algunos de los miles de “asistentes libres” que participaron haya implicado la movilización de los “hacedores de política” del PRD, PRI y PAN, y del apoyo y participación de connotados representantes de la “sociedad civil” y opositora al “populismo autoritario”. Pero recordemos la “marcha de El INE no se toca” del 13 de noviembre del 2022, para dar una idea de la línea política que pretende seguir el notable manual para “defender la democracia”.  

El 9 de noviembre del 2022 se llevó a cabo una conferencia de prensa, en la cual dos  “representantes” de la sociedad civil, Amado Avendaño y Gabriela Sterling, anunciaron la marcha ciudadana El INE no se toca. La idea de la marcha, mencionaron, había surgido espontáneamente el pasado 26 de octubre por parte ciudadanas y ciudadanos. Pues bien, una vez hecha la invitación pública, inició una insistente campaña “ciudadana” en medios y plataformas digitales que contó con la espontanea participación de “autónomos” influencers, opinadores “críticos”, articulistas “imparciales” y “destacados” miembros del PAN, PRI y PRD. 

El día mismo de la marcha se pudo observar un contingente de alrededor de “65 mil ciudadanas y ciudadanos” espontáneamente vestidos de rosa y blanco. El frente de la marcha, que encabezarían jóvenes “apartidistas”, como se anunció, desapareció para dar a paso un nutrido grupo de “demócratas”. De forma general podemos decir que la marcha se conformó de cinco tipos de grupos. El primer grupo era el integrado por voluntarios, ciudadanos conscientes, Frente Cívico Nacional, Sociedad Civil México, Misión Rescate México, Unidos por México e integrantes de otras 51 organizaciones ciudadanas (así en genérico si dijo en conferencia de prensa), además de militantes del PRD, PRI y PAN, todos con sus banderas, mantas, pancartas y playeras, “y hasta pendones con la imagen de la Virgen de Guadalupe”, con leyendas en defensa del INE. 

El segundo se integró por los integrantes de la farándula: Laura Zapata, Héctor Suárez Gomis, Fernanda Familiar, Jorge D´alessio, Susana Zavaleta, Maca Carriedo, Rene Franco, Rene Casados, Tabata Jalil, Claudia Ramírez, Mayte Lascurain, Chumel Torres, Víctor Trujillo, Sergio Meyer, Joaquín Cossio “Cochiloco” y Carlos Alazraki, entre otros. 

El tercer grupo se conformó por los políticos de la oposición: Margarita Zavala, Lily Tellez, Santiago Creel, Mako Cortes, Vicente Fox, Lía Limón, Mauricio Tabe, Jorge Romero, Jorge Triana, Manuel Clouthier, Felipe Bravo Mena, Santiago Taboada, Javier Lozano, Maru Campos, Marco Antonio Adame; Alejandro Alito Moreno, Beatriz Paredes, Rubén Moreira, Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu, Elba Esther Gordillo, Laura Barrera, Roberto Madrazo y Diodoro Carrasco; Sandra Cuevas, Jesús Zambrano, Jesús Ortega, Fernando Belauzarán, Miguel Ángel Mancera, Silvano Aureoles, Luis Espinosa Cházaro, Guadalupe Acosta Naranjo y Rafael Acosta “Juanito”; José Narro y Emilio Álvarez Icaza,  entre los más destacados. 

El cuarto grupo (aunque no todos asistieron) por los opinadores y académicos: Rosa María Lince Mirón, Emilio Rabasa, Jorge Fernández Santillán, Mauricio Merino, Enrique de la Madrid, Jorge G. Castañeda, Ricardo Raphael, Denisse Dresser, Jesús Silva Herzog, entre otros. Finalmente, el quinto grupo, integrado por tres personas, se conformó por Claudio X González (organizador) y Gustavo de Hoyos, y la cereza del pastel: José Woldenberg.  

Al final del evento, después de escuchar al sumo padre de la democracia, se escucharon las campanas al vuelo anunciando la marcha del triunfo y la recuperación del país de las manos de los enajenados y los autoritarios. Después de un par de meses, claro, de manera espontánea nuevamente, con calendario electoral 2024 en mano, la historia debe continuar.  Como si se tratará de un continuum, la notable marcha ha derivado en “La Democracia no se toca” de los ya conocidos expertos en democracias que no se tocan. Sin duda, los distintos promotores de la marcha serán los defensores del libro “mágico” (siempre y cuando nos les dé flojera, obtengan algún beneficio y/o se vuelve trendig topic), ya que lo “novedoso” de la publicación, seguramente idea de los asesores del adinerado del grupo, es que los autores han abandonado el limbo de la sabiduría electoral para hacer un manual, es decir, instruir paso a paso y con un lenguaje llano, de cómo defender su democracia. En las próximas semanas veremos con seguridad a los “distinguidos” integrantes de la marcha hablar de No se toca la democracia de Córdoba y Murayama, arropando a los árbitros, que, según su canon, “no deben verse”. Y siguiendo con el cronograma en la mano de Claudio X González, intentarán que se olvide que muchos de los asistentes a la marcha de El INE no se tocan están acusados de corrupción, enriquecimiento ilícito, trampas, ineficiencia, omisiones, escándalos inmobiliarios, fraudes electorales y un largo etcétera. 

No resulta nuevo que los demócratas del INE se asuman como los únicos que entienden y defiende la democracia “que tanto (dinero) ha costado construir”. Para estos “padres fundadores” no existen otras reflexiones o puntos de vista, no conocen otras democracias, como las  prácticas sociales que buscan una construcción más horizontal de las relaciones políticas, las tradiciones participativas o las luchas por crear una cultura democrática en los espacios locales, ni de las uniones de vecinos o trabajadores, mucho menos se atreven a abordar las discusiones teóricas de los problemas de la democracia representativa o de democracia y oligarquía, y ni hablar de pobreza, inequidad e injusta repartición de las riquezas en las llamadas democracias. En este país de más de 100 millones de habitantes sólo hay una democracia y unos cuantos conocedores, es decir la democracia de los amigos de Woldeberg. Es lamentable que este grupo se haya apropiado del concepto de democracia y que anuncie que sin su existencia vendrá la nube negra del autoritarismo. 

¿Qué haría Claudio X González si no existieran Woldenberg y su sequito? O al revés ¿Qué harían Woldenberg y su sequito sin Claudio X González y su dinero? Lo más simple: no apropiarse de un slogan y un emblema, como una expresión del nivel al que han llegado.  Desde luego, en el fondo, sienten que su democracia se les puede ir de las manos, ya que, de acuerdo con sus análisis, han construido la verdadera historia democrática de este país. De lo contario qué más podrían decir y hacer, además de insistir en su reduccionismo de que “la alternancia es el mayor de los logros de su trabajo” (alternancia que sumió al país en gobiernos de Fox, Calderón, Peña) y escribir sus artículos académicos. Con estos señores pasamos de la dictadura perfecta a la democracia perfecta que no se toca.  Lo lamentable de estas circunstancias, es que, bajo el cobijo de una institución como el INE, pretendan imponer su lectura, y, ahora, apoyados por el empresario Claudio X González y lo que representa, deseen someternos a un dilema: nuestra democracia o su autoritarismo, sin permitir que se ventilen otras discusiones o puntos de vista. Murayama y Córdoba se han convertido en lo que tanto rechazan: dos políticos funcionales para las desprestigiadas fuerzas políticas del PAN, PRI y PRD

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