El juicio a Genaro García Luna en la Corte Federal del Este de Nueva York terminará pronto con una sentencia en su contra.
T|CDMX|09022023. Después de un largo proceso judicial previo, por fin inició el juicio contra Genaro García Luna con la presentación del diversos testigos por parte del fiscal de la Corte en Nueva York, para probar que como director de la Agencia Federal de Investigación y Secretario de Seguridad recibió sobornos millonarios y permitió el crecimiento y fortalecimiento, a nivel nacional e internacional, del Cártel de Sinaloa.
El juicio es muy importante para nuestro país, ya que se trata ni más ni menos de una acusación contra el segundo funcionario más importante en el sexenio 2006-2012, no sólo por el papel que jugó en la “guerra contra el narcotráfico”, sino también por la cercanía y defensa a ultranza que hizo a lo largo de muchos años Felipe Calderón. La conclusión de este juicio será de orden histórico, ya que de ser sentenciado a cadena perpetua García Luna, se agregarán pruebas para demostrar que el sexenio de Calderón fue el más criminal que haya existido en la historia de nuestro país; en caso contrario, de ser absuelto, subsistirá la duda del nivel de corrupción y grado de involucramiento del gobierno en la crisis de violencia que a la fecha vivimos.
Los cargos contra García Luna son: i) participar en una empresa criminal, narcotráfico, de manera constante, ii) introducir al menos 4 tipos de drogas a los E.U, principalmente cocaína y heroína; y iii) mentirle a la autoridad cuando solicitó la ciudadanía en 2018. Será un juicio largo por el número de testigos en contra (se ha hablado de 70) que presentará el fiscal Philip Pilmar, y por las pruebas que la defensa aportará para desmontar las acusaciones.
En la primera sesión del juicio se llamó a declarar a Sergio Enrique Villareal Barragán, apodado como “El Grande”, narcotraficante y exjefe de sicarios de los hermanos Beltrán Leyva, quien dio la tónica de lo que realmente enfrenta el acusado: i) estuve presente en 20 reuniones donde se encontraba García Luna, ya que era responsable de los sobornos, y le entregué millones dólares del 2001 al 2008, cuando fue titular de la Agencia Federal de Investigaciones y Secretario de Seguridad; ii) García Luna daba información al Cártel de Sinaloa y con ello lo hizo crecer a lo largo del país al pasar del control de 4 estados (Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Durango) a 20 durante ese lapso de tiempo (Colima, Zacatecas, Nayarit, Jalisco, Nuevo León, Guanajuato, Querétaro, Edomex, Guerrero, Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Q. Roo y parte de Yucatán, entre otros); iii) Con sus cuerpos de policía ayudaba a la eliminación de grupos contrarios al Cártel de Sinaloa (no hay que olvidar que ese tiempo los Beltrán Leyva y el Chapo Guzmán eran aliados); iv) García Luna, a través de sus subordinados, vendía credenciales de policías a los narcotraficantes más importantes
Es importante mencionar que no es la primera vez que García Luna es acusado de recibir sobornos por parte del narco, de hecho, fue la mención en el juicio contra el Chapo Guzmán, que iniciaron las indagaciones en su contra, cuando Jesús “Rey” Zambada, contó que entregó al entonces funcionario maletas con entre 6 y 8 millones de dólares en sobornos entre 2005 y 2007.
Lo que más llama la atención, por el significado que tiene en el contexto judicial, pero también en el político de los E.U., es la sentencia del fiscal Philip Pilma rak inicio del juicio: “traicionó a su país y al nuestro”, la cual va dirigida a desmontar los argumentos de la defensa de que el acusado fue recibido y condecorado por las más altas autoridades del gobierno encargadas de la lucha contra el narcotráfico. De lo visto hasta la fecha, la defensa piensa defender a García Luna con dos estrategias, i) García Luna fue un colaborador reconocido por las agencias de EU a lo largo de los años en los que recibió los supuestos sobornos (incluso se reunió con Hilary Clinton y Barack Obama); ii) no hay “dinero, ni fotos, ni videos, ni grabaciones, ni textos, ni pruebas” que sustenten las acusaciones.
Pero, seguramente, el juicio ratificará lo que en México era un secreto a voces: García Luna recibía sobornos de los grupos más importantes del narcotráfico. Basta con revisar como creció el poder de las bandas criminales y de narcotráfico durante esos años para confirmar que se configuró un gobierno de ultraderecha asociado a las mafias generando años de terror, defendido por medios de comunicación, supuestas organizaciones de la sociedad civil y expertos en seguridad, los mismos que ahora guardan silencio.
Escapa a cualquier lógica, o sentido común, aceptar que cuando más dinero público se gastó más haya crecido el control territorial y la expansión financiera de los narcotraficantes. Bajo cualquier análisis resulta difícil de concebir que el crecimiento del crimen, la violencia y el narcotráfico, no estuvo asociado a la corrupción de autoridades judiciales, policiales y políticas en el gobierno de Calderón, ya que esa relaciones fueron codependientes y crecieron de forma paralela. Es un lugar común asegurar que las policías locales, especialmente las municipales, fueron presa fácil del crimen organizado y que por lo tanto son las responsables del estado de violencia que vivimos, pero, como todos sabemos, en la estructura de poder nada dejaba de pasar sin la mirada y aprobación del “súper policía”, que recibía premios y distinciones de los gobiernos de España, Alemania, Colombia, Ecuador, FBI, DEA, entre otras. Mientras los montajes hacían su efecto y llenaban de orgullo a Calderón, la asociación criminal avanzaba sin control, de lo contrario, cómo se puede explicar, por ejemplo, que el Chapo Guzmán se haya fugado de una cárcel de alta seguridad de forma tan sencilla (en un carro de lavandería) o que hayan ocurrido masacres como la bomba que explotó en Morelia, los asesinatos de jóvenes en Ciudad Juárez, la dramática historia delos 72 migrantes asesinados en Tamaulipas, el incendio del casino en Monterrey o el crecimiento de los mensajes de horror de las bandas en todo el país (desmembramientos cuerpos, narcomensajes, secuestros, entre otros).
Los saldos de la dupla García Luna-Calderón Hinojosa arrojó 250 mil muertos, casi 90 mil desaparecidos, 20 estados controlados por bandas del narcotráficos, cientos de miles de millones de pesos desviados para la guerra contra el narco (https://contralinea.com.mx/interno/semana/fuera-de-presupuesto-calderon-movio-miles-de-millones-sin-justificar/), instituciones de policía subordinadas al narcotráfico, la puesta en marcha de montajes judiciales y la compra de propaganda a través de medios y articulista que no veían el cementerio en que se estaba convirtiendo el país. . En la última sesión del juicio el testigo principal será o bien Edgar Valdés, “La Barbie” o el Jesús Zambada “El Rey”, quienes colocarán los últimos clavos al juicio. Sin duda, este será el fin de García Luna pero el inició de otros juicios contra funcionarios del sexenio de 200 a 2012.
El gobierno de Calderón fue el reinado del terror, la violencia, los crímenes y la manipulación, pero fue también el de la corrupción (Estela de Luz, Odebretch, Turissste, contratos de Pemex entregados a miembros del PAN, el fraude en la CFE, entre otros), sin embargo, no hay que olvidar que su origen fue producto de un fraude electoral y su encumbramiento se debió al apoyo de los poderes fácticos, a pesar de la crisis de legitimidad que se vivió en el año 2006. El origen del peor sexenio de la historia se debió a la oposición de los oligarcas que dijeron “todo menos AMLO” y nos dejaron caer en la peor crisis social y política imaginada.