Desde luego en el mar de situaciones que viven una madre soltera por decisión o por imposición, el factor socioeconómico, educativo y laboral juegan un papel importante.
T|CDMX|10052023. El INEGI, a propósito del 10 de mayo, público estadísticas sobre las madres solteras que ilustran su situación económica y social. Según sus datos, al cuarto trimestre de 2022, en México residían 56 millones de mujeres de 12 años y más, de las cuales 67 % (38 millones) eran madres. La mayoría de las madres estaban casadas (47 %), la quinta parte vivían con su pareja en unión libre, 12 % eran viudas y 11 % solteras (casi 4 millones). Además, de acuerdo con la ENIGH 2020, 7 de cada 10 madres solteras eran económicamente activas, es decir poco menos de 3 millones, y en los hogares en donde al menos había una madre soltera, 65 % del ingreso corriente trimestral del hogar provenía del trabajo; adicionalmente, según la información de los registros administrativos, el 71 % de los partos de madres solteras, quienes obtuvieron el acta de nacimiento de su hija o hijo durante 2021, fueron atendidos en un hospital o clínica oficial pública. En otras palabras, el 70% de las madres solteras usaron las servicios públicos de salud para el nacimiento de sus hijos y más de la mitad trabaja para su mantenimiento. Adicionalmente, el mismo INEGI, Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) del 2020, menciona que una madre soltera tiene en promedio 1.9 hijos.
La ENADID define a las madres solteras como aquellas que no tienen un cónyuge o pareja en el hogar, independientemente de su estado civil o de si han estado casadas o no, sin embargo, el término sociodemográfico ha tenido recientemente una modificación sociológica, y por lo tanto política, al incluir el término por decisión. El término madre soltera por decisión se refiere a una mujer que decide tener un hijo sin estar casada o en una relación de pareja. En el contexto del feminismo, el término “madre soltera por decisión” se utiliza al reconocer la autonomía de las mujeres para tomar decisiones reproductivas y familiares, debido a que tienen el derecho de decidir si quieren tener hijos y cuándo quieren tenerlos, independientemente de su estado civil o de si tienen o no una pareja; además exige también tener acceso a los mismos derechos y oportunidades que las mujeres con parejas y familias tradicionales, incluyendo el acceso a la atención médica, la educación y el empleo. De esta manera, el feminismo busca promover la igualdad de oportunidades y el empoderamiento de las mujeres en todos los ámbitos de la vida, incluyendo la maternidad.
Diversos estudios abordan actualmente las causas del aumento de las madres solteras o por decisión. Entre algunas de las causas más destacadas se encuentran los cambios en la estructura familiar tradicional, ya que cada día hay más hogares donde la cabeza de familia es la mujer; existe también el retraso en la edad del matrimonio y el incremento en la edad de la mujeres para la maternidad, lo que ha provocado que muchas mujeres decidan tener hijos solteras para evitar la presión social de la maternidad y de casarse a una edad temprana; en otros casos las mujeres pueden decidir tener hijos solas para no depender de una pareja masculina y para tener un mayor control sobre su vida y su futuro; y una de las causas más importantes es que las mujeres prefieren tener hijos solas para no tener relaciones de pareja difíciles, divorcio y violencia de género; finalmente existe una basada directamente en la capacidad de contar con recursos financieros, y es la fertilización in vitro.
Es importante tener en cuenta que estas son solo algunas de las causas identificadas por los estudios y que cada caso puede ser diferente. Además, la maternidad en solitario puede tener consecuencias económicas y sociales para las mujeres, lo que destaca la importancia de políticas y programas que apoyen a las madres solteras y sus hijos.
Desde luego en el mar de situaciones que viven una madre soltera por decisión o por imposición, el factor socioeconómico, educativo y laboral juegan un papel importante. No es lo mismo una adolescente madre soltera sin medios de subsistencia a una mujer que decide que, dado su condición, puede ser innecesario el apoyo económico de la pareja. Resultaría muy interesante que, en las próximas mediciones del INEGI, sea posible conocer más adelante los indicadores socioeconómicos y demográficos de las madres solteras por decisión y de las que consideran a la maternidad como una imposición o un deber, ya que podríamos también saber qué medidas políticas, legales o programáticas deben impulsar el Estado para respetar las decisiones o situación de las mujeres en un nuevo contexto del país.