LogoTransformacion

A dieciocho años del desafuero de AMLO

WhatsApp Image 2023-04-13 at 10.01.34

Camila Martínez Gutiérrez 

A 18 años del desafuero con el que Vicente Fox, Mariano Azuela y el coordinador de la bancada del PRI, Roberto Madrazo, intentaron frenar al entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad, el Licenciado Andrés Manuel López Obrador, estos días recordamos la importancia de la resistencia y la dignidad por el Pueblo de México. 

En un país de aquellos años en los que se permitieron terrible atropellos contra la gente a través de casos como el Fobaproa, donde se rescató el desastre de los privados a costa del dinero de todas las y los mexicanos; un caso que parecía no tener ninguna trascendencia -el desacato de López Obrador a una orden jurídica para construir una calle que conectaría públicamente un hospital- se transformó en la excusa del entonces Presidente de la República, Vicente Fox, para eliminar de la contienda a su adversario político: el hombre que había opacado su presidencia, a partir de generar políticas públicas de envergadura nacional desde la Ciudad de México, como el Segundo Piso o las Pensiones para Adultos Mayores. 

Ante el llamado de los poderes económicos que vieron en López Obrador un hombre que, de llegar a la Presidencia de la República, podría poner sus privilegios en riesgo, se unieron las fuerzas del PRI y el PAN junto con la Suprema Corte para impedir en conjunto el avance de tabasqueño que ya entonces contaba con un importante apoyo de la población mexicana. 

Sin embargo, hoy queda manifiesto que el desafuero fue el peor error que pudo cometer Vicente Fox, pues López Obrador supo darles la vuelta a estos acontecimientos y denunciar la persecución en su contra por parte de los poderes del Estado.

Frente a un presidente como Vicente Fox irresponsable democráticamente al no estar a la altura de las expectativas que había generado su candidatura en los 2000 cuando había prometido cambio y democracia frente a los abusos del PRI; López Obrador supo comunicar y contagiar al Pueblo su vivencia y lectura de los acontecimientos de aquellos días. 

Convencido, el país se volcó al Zócalo en la Marcha del Silencio de ese mismo año. Cientos de miles de personas salieron con velas a las calles para impedir pacíficamente los intentos de encarcelar a un hombre en quien vieron un liderazgo por la resistencia en pro de la democracia. López Obrador se fortaleció, se convirtió en un ícono de la democracia en su acepción más antigua: el gobierno del Pueblo para el Pueblo. 

No fue ni la primera ni la última vez que López Obrador se enfrentó a la antidemocracia de las viejas formas de hacer política: el fraude del 2006 empezó con el desafuero del 2005. 

Le siguieron las campañas negras, donde los medios recibieron línea y sobornos para decirle a los potenciales votantes que Obrador era “un peligro para México”. De ahí estuvo también el fraude electoral, la caída del sistema, el “haiga sido como haiga sido”, el gobierno espurio. Lo demás ya lo conocemos. 

El desafuero fue un chasco porque ante el gran crecimiento del perfil político de Andrés Manuel, un par de panistas quisieron muy tarde pagar la fianza para que no se siguiera fortaleciendo la figura del Jefe de Gobierno: fallaron. López Obrador se había convertido ya en el hombre político que es ahora con un apoyo abrumador. Con el respaldo de la gente, Vicente Fox tuvo que echar para atrás la persecución que torpemente había iniciado. 

Ahora, este fin de semana se cumplieron 18 años del desafuero. Las generaciones que nacieron en ese momento hoy están alcanzando la mayoría de edad. En mi caso, en 2005 tenía 8 años. No nos tocó vivir en carne propia el momento político ni escuchar en su momento las impetuosas palabras de Andrés Manuel frente a la Cámara de Diputados y Diputadas. 

Años después escuchar esta historia de voz de los mayores y poder reproducir esta cronología, me ayuda a entender el México de hoy. Conocer a los personajes como Vicente Fox, Creel o Roberto Madrazo, que estuvieron en primera fila del desafuero. Me ayuda también a entender el lugar de mujeres como Tatiana Clouthier que se opusieron a la persecución del presidente incluso estando en Acción Nacional. 

Me ayuda a saber que, al contrario de lo que nos han querido decir en los últimos años, tergiversando cada acción que hace el presidente López Obrador, jamás fue el hombre que ostentó el poder de una forma ventajosa. Si no, al contrario, este ha sido un camino de resistencia desde poner la fuerza al servicio de los que menos han tenido poder. Que ahora, contra toda la fuerza que se le opuso de manera constante, llegó a ocupar el gobierno federal. Gracias a su tesón, gracias al no saber rendirse y sobre todo: gracias a escuchar al Pueblo. 

Habrá cosas que mejorar en este gobierno, claro. Y habrá errores, sí. Pero con el discurso del desafuero queda manifiesto que los que construyeron la Cuarta Transformación jamás fueron los que acomodaron al “orden” impuesto, jamás fueron los que tomaron el camino fácil de favorecer al poder económico, sino que caminaron y aguantaron por un ideal. Afortunadamente a esa lucha respondimos millones a su alrededor. 

En 2024 buena parte de quien decidirá el futuro de este país serán jóvenes. Muchos de quienes desconocemos de primera mano esta historia. Vale la pena, que escuchen el discurso del desafuero, y contarles eso que sucedió en aquellos años no tan lejanos, eventos que, pensando en la decisión que deberemos tomar sobre el camino a tomar en un futuro, simplemente no podemos olvidar.

Suscríbete A nuestra revista