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A cuatro meses de la elección 2024 (I)

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Ismael Carvallo Robledo

1. Estamos a cuatro meses y una semana de la elección presidencial 2024, y el escenario electoral ofrece una tendencia que parece imposible de ser revertida, con una ventaja aproximada de 28 a 30 puntos porcentuales del segundo lugar, Xóchitl Gálvez, y una candidatura llamada a ser testimonial de MC, abanderado por el diputado Jorge Álvarez Máynez, cuya preferencia ronda en el 6.5%.

2. Como he señalado en otros textos y lugares, el bloque opositor está en una situación histórica de oposición pasiva, en el sentido de que es reactiva o reaccionaria (nunca mejor dicho), sin proyecto ni ideas propias que no sean la negación burda, torpe, maniquea y aburrida a los avances y logros de la verdadera oposición activa de Andrés Manuel López Obrador y el bloque histórico que encabeza, en el sentido de que nuestro proyecto supone un acometido estratégico de transformación revolucionario-democrática del Estado mexicano (la 4T es una revolución nacional democrática; la 3T fue una revolución nacional social y popular; las 2T una revolución nacional liberal y la 1T una revolución nacional patriótica) bajo la forma de un estado de democracia-instituyente populista (anti-oligárquico, en los términos de Maquiavelo) enfrentada a un estado de derecho corrupto y degenerado (oligárquico, en los términos de Aristóteles; neoporfirista, en los términos del presidente López Obrador), representado fundamentalmente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en donde ha resultado de verdadero carácter estratégico el enroque que desde la 4T se ha hecho para hacer llegar a la hoy ministra Lenia Batres Guadarrama al máximo foro de la Corte en sustitución del ex ministro Arturo Zaldívar, que a su vez se suma a la campaña de Claudia Sheinbaum Pardo para terminar por generar una dialéctica política al interior del Poder Judicial en donde Batres fungirá –ya lo está haciendo– como un tribuno de la plebe en el sentido del tribuna plebis de la antigua república romana (los hermanos Tiberio y Sempronio Graco y Blossio de Cuma como ideólogo de su reforma agraria, por ejemplo) con funciones de punto de apoyo de reconfiguración del Poder Judicial que se estará empujando desde una mayoría calificada como imperativo estratégico a lograr por parte del bloque de la 4T.

3. Este será sin duda alguna la principal tarea histórico-político-estatal de la Cuarta Transformación en cuanto a la modificación de la ecuación de poder del régimen político de México, que es en donde están en juego las fuerzas invisibles y la estática política de una sociedad y que se diferencia, a su vez, del gobierno político de México, que es en donde están en juego las fuerzas visibles y la dinámica política de una sociedad.

4. Es previsible la creación de un escenario discursivo (una narrativa, como se suele decir) de intento de apropiación del discurso de la democracia formal y sin adjetivos por parte del bloque opositor, sobre todo a la vista de la marcha nacional del 18 de febrero en la que el orador principal será el repugnante señorito Lorenzo Córdova, pero sin posibilidades reales de imprimir un impulso sustantivo a la candidatura de Gálvez, que por otro lado está empantanada en su estulticia intelectual y política equiparable solamente a la de su mentor, Vicente Fox, y rodeada de lo más rancio de la clase política del viejo régimen que, según se ha hecho público, está solamente asegurando su fuero mediante el expediente de las nominaciones plurinominales al Congreso de la Unión.

En palabras de Carlos Ramírez, según Indicador Político del 22 de enero de 2024 (https://indicadorpolitico.com.mx/?p=31954):

A partir de la experiencia de la campaña de propaganda a través de la cual José Woldenberg se apropió del discurso de la transición a la democracia, ahora Lorenzo Córdova Vianello quiere repetir la experiencia apoderándose del discurso de la democracia; en la marcha del 18 de febrero para apuntalar la candidatura de Xóchitl Gálvez Ruiz, el consejero presidente del INE designará con el dedo flamígero a quienes estarán fuera del paraíso de la democracia.

El discurso de la democracia ha sido promovido desde el IFE/INE que crearon y consolidaron los presidentes Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto para determinar quiénes estaban dentro del jardín de la democracia y quiénes en la selva del populismo y el autoritarismo, pero con acusaciones que no resisten el menor análisis de las categorías de una dictadura.

La contradicción de los supuestos defensores de la democracia del INE es evidente, pues es imposible negar la evidencia de que todos los procesos y decisiones políticas del presidente López Obrador han pasado por el filtro procedimental determinado por la Constitución Política de la república, lo cual hace caer por su propio peso los supuestos riesgos de ruptura o destrucción de la democracia. Sigue Ramírez en su texto:

La democracia se basa en reglas y voluntades y hasta ahora el gobierno del presidente López Obrador ha cumplido de manera estricta con los condicionamientos de la democracia mayoritaria, ha presentado iniciativas que pueden analizarse desde el punto de vista de la centralización antidemocrática, pero se ha sometido a la regla de la mayoría para retirarlas al no conseguir los votos necesarios.

Woldenberg, Córdova y la pieza menor Ciro Murayama Rendón definieron en el IFE/INE el concepto de democracia a partir no del cumplimiento de las reglas de la mayoría, sino de temores en grado de pánico social por las iniciativas presidenciales para restaurar el régimen del Estado centralista y dominante que sigue prevaleciendo en la Constitución.

El discurso político-ideológico de Córdova es falaz, mentiroso, tramposo, neurótico y sobre todo antidemocrático porque todo su grupo intelectual construirá el escenario de una democracia excluyente, a la que sólo se podría ingresar adquiriendo boletos en ventanillas o hasta en la reventa para adquirir un certificado patito que los acreditaría como demócratas. […] el discurso de Córdova el 18 de febrero no defenderá la democracia, sino que lanzará toda una campaña para la exclusión del paraíso democrático de aquellos que no acepten las reglas del juego defendido por Woldenberg y Córdova.

5. En otro orden de ideas, está en el aire la pregunta de si Claudia Sheinbaum replicará la misma estrategia político-electoral de AMLO, acertada de todo punto a mi modo de ver, de anunciar muy tempranamente a los nombres de su eventual gabinete de gobierno, haciendo público y de antemano el equipo con el que estaría conduciendo el rumbo del Estado mexicano para el próximo sexenio. De momento se tiene solamente nombrado a su equipo de campaña, capitaneado por Mario Delgado, y un equipo organizado bajo la coordinación de Juan Ramón de la Fuente con la encomienda de confeccionar el programa de gobierno y de abrir el bloque político a la participación social y ciudadana (Diálogos por la Transformación), ante lo cual es importante tomar en cuenta el hecho de que el Instituto Nacional de Formación Política de Morena tiene ya publicado un documento para tales fines, titulado “Proyecto de Nación 2024-2030. Segunda etapa de la Cuarta Transformación”, que merece un análisis a detalle que en su momento habrá que hacer.

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