No hay forma de combatir a los grandes cárteles, que son empresas multinacionales, si no es con la colaboración de los Estados involucrados.
T|CDMX|13042023. En esta cumbre que se llevará a cabo con sus contrapartes de Canadá y Estados Unidos se abordarán estrategias para combatir el tráfico ilegal de fentanilo hacia los países del norte y de armas hacia México.
De acuerdo con el canciller la prioridad del Gobierno de la Cuarta Transformación Nacional es frenar el tráfico ilegal de armas que son usadas en nuestro territorio para que los grupos de macrocriminalidad sigan operando en territorio mexicano.
El combate al fentanilo ha sido un tema muy recurrente en el debate público internacional, no solo por la cantidad de jóvenes que esta droga está asesinando, sobre todo en la Unión Americana, sino porque los republicanos lo están usando electoralmente, toda vez que argumentan falsamente que el tráfico de fentanilo aumenta debido a la migración clandestina que diariamente llega a su territorio, mentira clasista y racista que sigue criminalizando a la población migrante y no atiende el problema de fondo: ¿por qué las juventudes norteamericanas están muriendo de sobredosis?
Lo que tenemos claro hasta ahora es que ni los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, pero tampoco el de México, e incluso el chino, reconocen que en sus territorios se produzca la droga y sólo a México se le exige detener a los cárteles que la trafican, ¿acaso en los países donde se consume no hay cárteles? ¿allá quién distribuye, vende y se beneficia con las ganancias de esta droga?
La política de “guerra contra las drogas” implementada durante las últimas décadas por el gobierno estadounidense en América Latina, ha demostrado su fracaso: el tráfico y consumo siguen en incremento, las muertes las ponen las personas más pobres de los países en cuestión y la riqueza que esta trama produce sigue quedándose en muy pocas manos, lo que es un hecho es que no hay forma de combatir a los grandes cárteles, que son empresas multinacionales, si no es con la colaboración de los Estados involucrados.