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E.U. declaró que las sanciones económicas impuestas a Rusia son un riesgo para la hegemonía del dólar

Dolar tres

Dejar de usar al dólar como moneda de intercambio, provocaría el declive paulatino de la primacía de los EU en las relaciones internacionales económicas, pero también políticas. Un escenario en el que es imposible imaginar cuáles serían las consecuencias.          

T|CDMX|17042023. Se puede decir que la manifestación de una potencia hegemónica en el mundo se da a través del comercio y la influencia cultural. Ello ha ocurrido a lo largo de la historia de occidente, y probablemente también de oriente a pesar de contar con menos estudios al respecto, con el Imperio romano, español, británico y el alemán, por citar algunos. Las formas de manifestación de ese poder dominante en el mundo se dan a través del uso de la (s) moneda (s) autorizadas y del uso de la lengua (s). En nuestro siglo XX no hay duda de que ha sido los EU el país que ha impuesto el uso del inglés como lengua internacional y el uso del dólar para cualquier intercambio comercial entre países.  El dólar estadounidense se impuso como moneda de cambio para transacciones económicas a nivel mundial después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el Acuerdo de Bretton Woods de 1944 estableció el sistema monetario internacional. Ese acuerdo estableció que el dólar estadounidense se convirtiera en la moneda de reserva internacional, respaldada por el oro, y que las demás monedas estarían vinculadas al dólar en un tipo de cambio fijo. Este sistema se mantuvo hasta 1971, cuando los Estados Unidos abandonaron el patrón oro y permitieron que el valor del dólar flotara libremente en el mercado internacional de divisas. Desde entonces, el dólar ha seguido siendo la moneda de reserva internacional y la moneda de cambio dominante en la mayoría de las transacciones internacionales. 

Está claro que aquellos países que se han negado a usar el dólar como moneda de intercambio comercial y usan distintas monedas son los que han declarado abiertamente estar en contra de la dominación y subordinación política a Washington, como Rusia (euro y yuan chino), China (yuan), Irán (euro y yuan) y Corea del Norte (euro y yuan chino), entre las más destacadas. El uso de monedas distintas implica que estos países han logrado reducir su dependencia a las transacciones con empresas y gobiernos que imponen el patrón dólar como única moneda de cambio y que además obtienen materias y recursos que son necesarios para desarrollarse y sobrevivir. Los EU ha utilizado a los bloqueos económicos como uno de sus instrumentos más efectivos para presionar a gobiernos y economías, lo cual provoca que no puedan comprar ni vender productor y se ahoguen sin intercambios ni comercio internacional (ejemplos, Cuba, Irán, Corea del Norte, Venezuela, Siria y ahora Rusia), esperando que los efectos significativos no solo sean en la economía sino sobre todo en la población, la cual presiona al gobierno y logren un cambio. Esta política de bloqueos, que es una de las más grandes fortalezas del dólar, puede empezar a modificarse. 

El día de ayer de forma inusitada la Secretaria del Tesoro de E.U., Janet Yellen, declaró que las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, en particular a Rusia, suponen un ´riesgo´, para la hegemonía del dólar (…) pero que difícilmente lo conseguirán (...) tenemos mercados de capitales sólido y un Estado de derecho que son esenciales en una moneda que se usa globalmente para transacciones. Se podría decir que nadie preguntó sobre el tema y tampoco se había puesto en duda el predominio del dólar en el mundo, sin embargo, es muy importante este aviso porque puede implicar dos hechos fundamentales para la economía mundial: i) es altamente probable que los bloqueos no logren sus objetivos de ahogar a las economías disidentes o confrontadas con el bloque hegemónico, especialmente Rusia; ii) que otras monedas lleguen a tener tal valor de intercambio que es posible evitar el dólar, como el yuan chino y el euro.  No hay que olvidar que desde la crisis de 2008 la confianza en el bancos internacionales, especialmente en los de los EU, ha disminuido de forma drástica y se encuentran en constantes minicrisis que tratan de superar a partir de crear estabilidad y confianza en el comercio internacional con medidas cada vez más cuantiosas de sus gobiernos sedes. Una nueva crisis financiera de los bancos mundiales, más los problemas derivados de las crisis políticas y la prolongación de la guerra entre Rusia y Ucrania, pueden provocar que otras potencias y bloques económicos, China y Europa, decidan, con los costos que implica, dejar de usar al dólar como moneda de intercambio, provocaría el declive paulatino de la primacía de los EU en las relaciones internacionales económicas, pero también políticas. Un escenario en el que es imposible imaginar cuáles serían las consecuencias.          

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