México es Turquía, España, Francia, Argentina, Brasil o Egipto al mismo tiempo
T|CDMX|13032023. México es Turquía, España, Francia, Argentina, Brasil o Egipto al mismo tiempo. Nuestro país goza de innumerables condiciones geográficas y culturales para ser una potencia en materia de turismo, es quizás uno de los únicos en el mundo que cuentan con bosques, montañas, playas, ríos, cascadas, selva, bosque tropical, manglares, arrecifes de coral, parques nacionales y áreas de protección de flora y fauna; pero no sólo se trata de exuberancia sino también zonas desérticas para hacer senderismo, camping, fotografía de paisajes y observación de la fauna y la flora. A todas sus condiciones naturales hay que agregar su gente, fiestas, zonas arqueológicas, historia, costumbres, oferta gastronómica y un dinamismo social empático y solidario. No hay rincón del país que no pueda despertar conocimiento a través de su cultura y patrimonio.
El turismo de un país es el reflejo general de su situación económica, política y social; nadie visita un país que se encuentra en guerra, con inestabilidad económica o social o situaciones extremas de inseguridad, es quizás por ello que el turismo exige condiciones que permitan generar aprendizajes y ocio a los visitantes extranjeros y nacionales. Los efectos del turismo son de distinto orden. En cuanto empleo, no sólo se trata de los empleados de hoteles, restaurantes y guías, sino también de artesanos, locatarios y productores de mercados locales, de mantenimiento de infraestructura de movilidad (derechos por usos de vía, autobuses, autos, aviones, trenes) y sobre todo, para el caso de nuestro país, de mejora y conservación de nuestra cultura y patrimonio. Las beneficios económicos del turismo no sólo son para los grandes inversionistas sino también para mejorar la calidad de vida de las comunidades locales.
Nuestro país se encuentra en un punto de inflexión económica y es en materia de turismo donde se puede identificar un termómetro de cómo se avanza en la estabilidad y recuperación económica o se regresa al estancamiento y el retroceso. El estado de nuestra economía se ve en la generación de empleo y oportunidades de negocio en el sector turismo, así como en el crecimiento y mejora de su infraestructura y servicios en zonas turísticas, en el otorgamiento de incentivos fiscales y financieros a empresas turísticas que deseen invertir en el país, en la diversificación de las campañas publicitarias y de promoción en el extranjero y en el desarrollo de la infraestructura turística del país, incluyendo la construcción de nuevos aeropuertos, carreteras y otros medios de transporte. De allí que a la declaración de la Secretaría de Turismo de que durante el segundo fin de semana largo del año, que comprende del 17 al 20 de marzo de 2023, se espera una derrama económica de 45 mil 578 millones de pesos por consumo de servicios turísticos en los destinos del país es una buena noticia; durante estos cuatro días, se prevé la llegada de 1 millón 523 mil turistas a hotel, lo que representa una recuperación del 91.8 por ciento respecto al mismo periodo de asueto de 2019; además es indispensable destacar que de los turistas estimados que harán uso de los servicios de hospedaje, 1 millón 198 mil serán turistas nacionales, lo que representa el 78.7%, en tanto que 325 mil turistas serán internacionales, representando el 21.3% restante. Es otra muy buena noticia porque indica que el turismo interno, es decir de los propios connacionales, empieza a adquirir una dinámica de desarrollo que permite entender nuestra diversidad y riqueza cultural y fortalece la unidad e identificación nacional. A veces resulta difícil de aceptar que los habitantes de, digamos, Guanajuato, no les interese conocer Oaxaca o viceversa, también que es sumamente complicado para los habitantes de los estados del norte conocer la Ciudad de México, desde luego que existen las condiciones económicas y del ingreso los que impiden este influjo interno de turistas, pero precisamente en el momento en el que existe recursos para usarlos con ese fin es cuando sabemos que existe una economía más justa y distributiva.
Después de la larga noche de la inseguridad, las crisis económicas y la pandemia, nuestro país empieza a tener una cada vez mayor afluencia de turistas extranjeros y nacionales, claro que no todo nuestro territorio se encuentra en las mejores condiciones, sobre todo por la seguridad de tránsito en algunas zonas dominadas por el tráfico de drogas y delincuencia, pero se trata de una ola expansiva que con seguridad poco a poco cubrirá todo el país. Es quizás en la política de seguridad donde se requiere mayor atención, porque nadie desea ir a un país o comunidad donde exista el miedo por la seguridad personal y las pertenencias.