Todas las actividades económicas que se realicen, tanto el sector privado (nacional o internacional) como el gobierno, deben tomar en cuenta migración, adaptación al cambio climático y equidad de género
T|CDMX|14042023. México presentó ante el Fondo Monetario Internacional su taxonomía sostenible, es un hecho importante dado que no se había realizado con anterioridad un ejercicio de esta naturaleza por parte de un gobierno y a un nivel de desagregación de categorías para cumplir con acuerdos internacionales relacionados con el crecimiento económico sustentable. Para tener un poco más de contexto es importante mencionar que a partir de la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por los estados miembros de la ONU, en septiembre de 2015, todos los firmantes se comprometieron a elaborar planes de acción para acabar con la pobreza, luchar contra el cambio climático, promover la igualdad de género, mejorar la salud y la educación, proteger los ecosistemas terrestres y marinos, fomentar la paz, la justicia y la igualdad en todo el mundo. Los ODS son importantes porque reconocen que el desarrollo económico, social y ambiental, están interconectados y deben ser abordados de manera integral para lograr un desarrollo sostenible a largo plazo.
Ahora bien, esos ODS se debe convertir en propuestas más específica a partir de estrategias de financiamiento, ya que las acciones que se buscan cumplir deben incluir un soporte financiero, es decir, se trata de la planificación y ejecución de estrategias financieras que tomen en cuenta aspectos ambientales y sociales en las decisiones de inversión y financiamiento, para lograr, en los casos de los países menos desarrollado, una transición hacia una economía baja en carbono, la protección de la biodiversidad y la promoción del bienestar social y económico de las comunidades. Estas estrategias involucran diversos instrumentos financieros, tales como bonos verdes o sociales, préstamos sostenibles, inversión de impacto, y fondos de inversión sostenibles, entre otros, y la adopción de prácticas empresariales responsables y sostenibles, como la gestión responsable de los recursos naturales, la inclusión social y la transparencia en la toma de decisiones. Las estrategias de financiamiento sostenible se han vuelto cada vez más importantes en el contexto internacional, a medida que los inversores y los gobiernos buscan promover la inversión responsable y el desarrollo sostenible. Algunos de los principales acuerdos y marcos internacionales que promueven las estrategias de financiamiento sostenible incluyen los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el Acuerdo de París sobre el cambio climático y la Taxonomía de la UE para actividades sostenibles.
En 2018, la Comisión Europea publicó un informe sobre la “Taxonomía de la UE para actividades sostenibles”, con el propósito de establecer criterios y definiciones para identificar actividades económicas sostenibles. A partir de dicha publicación la taxonomía sostenible se definió como un sistema de clasificación que se utiliza para identificar y categorizar las actividades económicas y financieras que contribuyen a la sostenibilidad y el bienestar económico, social y ambiental con el fin de que inversores, empresas y gobiernos, tomen decisiones informadas en relación con las inversiones, la planificación y la gestión del uso de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y los impactos sociales.
México al presentar su taxonomía sostenible estableció que todas las actividades económicas que se realicen tanto por el sector privado (nacional o internacional) y el gobierno, deben tomar en cuenta migración, adaptación al cambio climático y equidad de género; la taxonomía es una herramienta única para fomentar el desarrollo sostenible y la inversión responsable, al clasificar y etiquetar las actividades económicas según su impacto en los factores mencionados, pero enlazados a medidas más generales en el medio ambiente, la sociedad y la economía. Se trata de una gran noticia para nuestro país, especialmente porque la SHCP está tomando un papel más destacado en los criterios de inversión y desarrollo, sin dejar de cumplir su papel tradicional de administrador de las cuentas nacionales. Aunque parece una nota menor, es importante porque se trata del compromiso del gobierno federal para tomar decisiones más integrales y ofrecer una ventaja competitiva para atraer inversión extranjera, con el fin de enfrentar la terrible devastación territorial y ambiental y la aguda desigualdad social y económica que históricamente hemos vivido.