LogoTransformacion

Los olvidados [Cine]

Los olvidados

Ernesto Jaime 

“Las grandes ciudades modernas: Nueva York, París, Londres, esconden tras sus magníficos edificios lugares de miseria, que albergan niños mal nutridos sin higiene, sin escuela, semillero de futuros delincuentes […] México la gran ciudad moderna, no decepciona esta regla”, con esta frase inicia la película de Los olvidados realizada por Luis Buñuel, una frase potente y directa, que encara a toda la sociedad mexicana, y de paso marca tanto la temática como el tono del filme, la pobreza, desesperanzadora y pesimista, que afecta principalmente a los jóvenes, y aludiendo a una escena de la película los convierte en gallos peleando por sobrevivir. El director, conocido por sus películas con tintes surrealistas, buscó hacer con este trabajo algo con un corte más realista, con influencia documental, plagado de comentario social, un drama que inevitablemente se convierte en tragedia. No es la primera vez que Buñuel hacía algo de este estilo, su documental Las hurdes, tierra sin pan, muestra la realidad cruda de esta región en España, plagada por retraso y subdesarrollo, eso sí, empleando imágenes fuertes y poéticas que son parte de su estilo característico. Estos paralelismos entre ambas películas reafirman la habilidad del director en las observaciones que hace del entorno, los crímenes atroces que comete El Jaibo sin ningún tipo de arrepentimiento, la carencia de figuras familiares que aquejan a Pedro y Ojitos, o las locaciones utilizadas reafirman esta desesperanza en la juventud mexicana, de igual manera que refuerzan esta mezcla de géneros. La película habla de una banda de jóvenes callejeros, y las carencias que experimentan en su día a día. Dicho esto, es necesario mencionar que a pesar de que la temática principal es la pobreza, existen varias aristas, más sutiles, que refuerzan o incluso son factores del tema central. Lo que resta del escrito se dedicará a abundar en el rol de las instituciones en la reformación de los jóvenes y en la omisión deliberada de la sociedad en reconocer su realidad estás considero, son centrales tanto para el comentario social de la película como para la forma final del filme. Para profundizar en los sujetos de análisis es necesario recordar cómo se presenta a la correccional de menores desde los dos puntos de vista de los protagonistas. Cuando por primera vez se nos presenta a el personaje interpretado por Roberto Cobo, se nos describe el lugar en donde estuvo encerrado, un lugar donde hay constante peligro, donde si no te defiendes “te agarran de puerquito”, donde no se puede descansar, y que, aunque la comida no está “tan pior”, hay que escapar a la primer oportunidad. Por otro lado, cuando Pedro es enviado al reformatorio nos encontramos con algo diferente, es mostrada por primera vez en la película la compasión, se muestra una clara intención de ayuda hacia los jóvenes y se le hace una crítica a los verdaderos responsables, a otra institución fallida (la familia), se les señala por “no dar amor a los hijos, falta de cariño y atención” y que por eso que los jóvenes están en dichos predicamentos. Este contraste de puntos de vista es interesante porque también nos habla de la moralidad de los personajes, por un lado tenemos o alguien totalmente corrompido, sin escrúpulos y posibilidad de salvación, que “prefiere la calle” porque ahí es el rey y no tiene que seguir órdenes, mientras que Pedro, a pesar de haber cometido errores, siempre ha estado en la búsqueda de amor maternal y la forma de apoyar a su familia, una escena clave para ilustrar el tema es justo después de que Pedro se pelea y mata a las gallinas, el director del reformatorio en un acto de empatía decide darle una oportunidad a Pedro de probarse a sí mismo y a los demás de sus buenas cualidades, de su honestidad. Este le da cincuenta pesos y la responsabilidad de ir a la tienda a comprar unas cosas, aunque haya ese riesgo de que Pedro podía escaparse, esto tanto estéticamente como temáticamente dan un aire esperanzador tanto al personaje como al filme, se nos muestra un lugar puro, totalmente contrastante con los escenarios de pobreza presentes, y muestran que lo que la juventud realmente necesita son oportunidades de mejorar brindadas por el gobierno, pero también, y creo que es lo más importante, fe en el futuro del país. Considero que esto, si bien es un comentario arriesgado, es interesante porque nos habla del rol que tienen las instituciones y la obligación que tienen para con nosotros, y que a pesar de que hay gente que, si bien no han actuado de manera correcta, merecen una segunda oportunidad, y que también no todos en la burocracia incapaces o han perdido interés en su trabajo. El ciego es la simbolización de toda una sociedad, vemos a alguien moralmente ambiguo, e hipócrita. Buñuel usa a este personaje de manera muy inteligente, nos lanza la pregunta “con las condiciones actuales, ¿sería mejor no ver?”, hay un comentario también histórico muy fuerte, una de los primeros diálogos de Don Carmelo aluden a esta añoranza porfiriana “ríanse pero en tiempos de mi general había más respeto, las mujeres se quedaban en su casa no como ahora andan por ahí engañando a los maridos”, además de esto podemos ver acciones de este personaje que refuerzan el sentimiento de una sociedad y también de actividades que son causas del porque son así los jóvenes, estas van desde el maltrato hacia Ojitos, la violencia sexual que ejerce sobre Meche, su apelación por mendigar, este es un claro reflejo de ciertas problemáticas que eran y siguen siendo parte de México, y que le da todavía un mayor impacto por la discapacidad que tiene Carmelo. Otra forma en la que se presenta esta hipocresía en la sociedad se muestra al final de la película, después de que Pedro es asesinado, el abuelo de Meche junto con ella deciden tirar su cuerpo en un terreno baldío para no sufrir consecuencias, además de esto se le suma la ingenuidad de la propia madre por el bienestar de su hijo. Para finalizar, Los olvidados, es una película que a pesar de tener poco más de 70 años y que ya se ha analizado de pies a cabeza la constante sigue siendo la misma, todavía tiene una relevancia tanto social como fílmica en el país muy importante, y sin temor a equivocarme, es una película prácticamente perfecta. Entre lo más destacable técnicamente se encuentra la fotografía de Gabriel Figueroa, que considero este es uno de los ejemplos más claros en los que podemos ver la influencia de Alex Philips, donde se retrata con un alto grado de realismo un México, sí como dice el título de la película, olvidado. Otro aspecto notable es la secuencia surrealista del sueño de Pedro, dónde se puede ver claramente que una vez que estás inmerso en esta desolación, no se puede escapar, ni siquiera cuando dormimos, siempre está ahí, y lo hace de una manera muy eficaz, con este juego entre su madre, la carne cruda, la paloma blanca y Julián. Claro que una película a pesar de que puede ser notable por su estética para ser algo redondo necesita de un fuerte mensaje, y es por esto que esta película trasciende, como se mencionó anteriormente, el alma de la película recae en su crítica, y esta es directa y triste, nos obliga a afrontarla y a reconocer otras realidades, pero considero también nos hace hacer una introspección, nos hace pensar que papel jugamos en estas problemáticas, y a pesar de que no nos ofrece soluciones, nos traza un camino para poder descubrirlas nosotros mismos. 

Los Olvidados (México, 1950). Dir. Luis Buñuel, a partir de un guión suyo y de Luis Alcoriza. Cinefotografía en blanco y negro: Gabriel Figueroa. Montaje: Carlos Savage. Diseño de producción: Edward Fitzgerald. Música: Roberto Halffter y Gustavo Pittaluga. Producción: Óscar Dancingers, Sergio Kogan y Jaime A. Manasce. Compañías productoras: Ultramar Films. Dur. 82 min. Con: Estela Inda (Madre de Pedro), Miguel Inclán (Don Carmelo/El Ciego), Alfonso Mejía (Pedro), Roberto Cobo (El Jaibo)

Disfruta la película gratis en: https://vix.com/es-es/detail/video-4262031 

Suscríbete A nuestra revista