El tejido social rasgado [Libro]

Félix Martínez

Claudio Lomnitz es un destacado antropólogo y escritor formado en la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa y en la Universidad de Stanford, EU. Ha sido profesor e investigador en la Universidad de Chicago, en la de Nueva York, en la New School for Social Research, en la de Columbia, en el Colegio de México y en la UAM. El 5 de marzo de 2021 ingresó como miembro de El Colegio Nacional. Ha publicado diversos libros como Evolución de una sociedad rural (FCE, 1982);  Salidas del laberinto: cultura e ideología en el espacio nacional de México (University of California, 1992); La Modernidad indiana: 9 ensayos sobre Nación y mediación en México (Editorial Planeta, 1999); México profundo, silencioso México: una antropología del nacionalismo (University of Minnesota, 2001); Idea de la muerte en México (Zone Books, 2005); El antisemitismo y la ideología de la Revolución mexicana (FCE, 2010), entre otros. 

En alguna ocasión, palabras más palabras menos, Octavio Paz escribió que la antropología en México se había rendido al chamanismo, era una forma breve de cuestionar a la escuela de antropología y a los antropólogos y su completa entrega a los estudios indigenistas, dejando de lado los problemas sociales de nuestro tiempo. Por lo visto hasta la fecha, aún existe un fuerte predominio en la antropología por los estudios de la diferencia cultural en los pueblos y comunidades indígenas, los cuales no han sido suficientes para cambiar sus condiciones sociales, económicas y políticas.  Por ello resulta importante e interesante abordar estudios e investigaciones desde la antropología de los temas que nos afectan, especialmente de los relacionados con las instituciones de seguridad y sus policías y de las relaciones comunitarias y su interacción con los sistemas económicos, formales e informales y legales e ilegales, en sus diferentes niveles geográficos, local, regional, nacional y trasnacional. Poner la lupa antropológica en estos temas es una necesidad urgente de atender para ir más allá de la pobreza intelectual y académica que permanentemente nos aqueja.  

En El Tejido social rasgado, Lomnitz, con una enorme experiencia en el uso de metodologías y estudios antropológicos, cuestiona y desmenuza uno de los fenómenos más graves que vivimos actualmente: el rompimiento o extinción de las relaciones de solidaridad y reciprocidad social y comunitaria, provocado por un contexto de violencia a raíz de la extensión del narcotráfico y la construcción de relaciones económicas ilegales. No es verdad dice Lomnitz, que el tejido social se haya roto o se está desgarrando, siempre ha sido conflictivo y jerárquico, se trata, en nuestro caso, de una idealización que tiene como fin un uso político o académico. Su análisis, escrito de forma sencilla y breve, explica y documenta los impactos que la extensión del narcotráfico y la consolidación de una economía ilegal (cobro de piso, huachicoleo, trata de personas, entre otras) tienen en las relaciones sociales, políticas y económicas, en los espacios locales, regionales, nacionales e, incluso, trasnacionales. 

Lomnitz explica cómo la instauración del modelo neoliberal ha configurado un nuevo tipo de Estado con mucha soberanía y autonomía, pero sin capacidad operativa, que prevalece hasta el actual gobierno. Este hecho se ha traducido en un Estado incapaz de cumplir su función en torno a la seguridad y la ampliación de la justicia, provocando el surgimiento de todo tipo de arreglos legales e ilegales para el funcionamiento de la economía local. Aunque el planteamiento puede parecer un lugar común, no distinto a los pronunciamientos y discursos de los analistas y comentaristas de siempre, existe una enorme diferencia, derivada de retomar estudios serios, que nos lleva por un texto riguroso, ordenado, documentado y lógico. Lomnitz explica, por ejemplo, que La extrañeza del Estado frente a sus policías no es más que el reconocimiento de la incapacidad, durante años, de gobiernos e instituciones para cambiar y actualizar su papel laboral y profesional, a pesar de los enormes esfuerzos por cambiarla o modernizar, abandonándola  a su suerte y permitiendo que su inoperancia y disfuncionalidad fuera aprovechada por organizaciones ilegales y, a la vez, se haya resquebrajado su papel como actor preponderante para controlar la ilegalidad y contener, incluyendo su papel corruptor, la consolidación de una economía local basada en la ley del más armado. Además, explica cómo la economía y el mercado de las drogas se enlaza con las formas de configuración de pandillas y entidades jerárquicas del crimen que administran y usufructúan de forma eficiente, como corporaciones territoriales, los espacios locales, creando ínsulas legales e ilegales que interactúan de forma cotidiana.    

La manera como Lomnitz ilustra y comprueba sus hipótesis, insisto de forma sencilla, permite que el texto sea sobre todo una narración que obliga a continuar con la lectura hasta terminarla de un tirón.  Se trata de un libro que presenta los hechos de forma novedosa, cuyos planteamientos nos obliga a pensar que la antropología y los antropólogos deben ampliar sus temas de estudio y de metodologías para obtener conocimientos prácticos que nos permitan comprender nuestra actualidad. 

Sin embargo, como en todo, existe un aspecto del libro que deja una insatisfacción. Se trata de una crítica breve, aunque sentenciosa, y de rechazo al gobierno de AMLO y a la Cuarta Transformación, sobre todo porque existe un desequilibrio frente a los juicios más generales de los gobiernos anteriores. Este hecho no elimina la importancia de sus ideas y del texto, pero sí es, una invitación, para que, en los mismos términos y con el mismo rigor, se lleven a cabo debates y cuestionamientos de las dudas y omisiones del autor frente a otros gobiernos y su permisividad frente un sistema corrupto y capturado por las organizaciones ilegales y el narcotráfico. Lo importante es que se trata de un libro que se aleja de la “alaraca” de los opositores políticos y sus frases gastadas, su falta de profundidad y su necia y aburrida crítica y nos plantea, después de leerlo, un reto para las defensores del cambio que lleva a cabo nuestro gobierno actual.